PROPIEDADES BENEFICIOSAS DEL ACEITE DE OLIVA.
Introducción:
Considero oportuno empezar por definir y distinguir los principales tipos de aceites de oliva que nos vamos a encontrar en el mercado.
Aceite de Oliva Virgen. Se obtiene mediante procedimientos mecánicos y a temperatura ambiente, se trata de el zumo oleoso de la aceituna. Siendo por ello el único aceite que puede consumirse como se obtiene del fruto, conservando inalterados su sabor, aroma, vitaminas y otros componentes esenciales. De esta manera se obtienen cuatro tipos de aceite de oliva virgen.
Aceite de oliva Virgen Extra. Con un sabor y olor irreprochables y sin ningún tipo de defectos, y cuya acidez, en ácido oleico no puede superar 0,8º, parece el más saludable a la hora de consumirlo diariamente, tanto en crudo como en asados o fritos.
Cuando es sometido a temperaturas muy elevadas, es el que mejor las soporta sin desprender tóxicos, del tipo acroleínas o peróxidos, que sí se desprenden de aceites de semillas como el de girasol, cuando se le somete a altas temperaturas.
Aceite de Oliva Virgen (fino). Con un sabor y olor irreprochables y una acidez máxima en ácido oleico que no puede superar 2º.
Aceite de Oliva Virgen Lampante. Presenta un acidez superior a 2º, no destinado a consumo directo. Debe sufrir un proceso de refinación, obteniéndose aceite de oliva refinado, el cual debe enriquecerse con aceite de oliva virgen.
Los aceites de semillas poseen además de los ácidos grasos un componente insaponificable compuesto de fosfolípidos, clorofilas, carotenoides, tocoferol y diversos esteroles vegetales, entre los que destaca el B-sitosterol, que no se absorbe a nivel intestinal.
Cuando se produce la refinación de los aceites de semillas, gran cantidad de estos componentes se pierden, aunque algunos de ellos, como los tocoferoles se pueden adicionar de nuevo, con el objetivo de buscar una capacidad antioxidante.
El aceite de oliva también contiene una fracción insaponificable, la cual, la mantienen integra sólo los aceites de oliva vírgen. El aceite de oliva y otra variedad, no descrita al principio y conocida como aceite de orujo de oliva, han perdido la mayoría de los componentes nutricionales de esa fracción insaponificable durante el proceso de refinación.
EFECTOS BENEFICIOSOS DEL CONSUMO DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN.
La mayoría de los efectos positivos sobre nuestra salud, atribuidos al aceite de oliva, son debidos al componente mayoritario del mismo, el ácido oleico.
EFECTOS BENEFICIOSOS A NIVEL DIGESTIVO:
1- A nivel gástrico: Destaca el enlentecimiento del vaciado gástrico y sobre todo la inhibición parcial de la secreción gástrica. Esto último puede tener gran importancia en patologías como úlceras gástricas y duodenales y dispepsia. Hechos constatados en estudios epidemiológicos y clínicos. También es destacable el hecho, de que a nivel intestinal mejora tanto la absorción de minerales como la inhibición en la absorción de colesterol.
2- A nivel hígado-vesícula biliar: La ingestión habitual de aceite de oliva aumenta le excreción biliar de colesterol y sales biliares lo que supone un efecto reductor del colesterol. Destaca la capacidad de contraer la vesícula biliar, lo cual supone una menor prevalencia de colelitiasis (piedras en la vesícula) en aquellas zonas donde se consume aceite de oliva de forma habitual.
3- A nivel pancreático: Los efectos digestivos favorables que se producen al consumir aceite de oliva, muestran una mejora en la función pancreática y son debidos al ácido oleico, que estimula diversas hormonas y péptidos gastrointestinales como colecistoquinina, péptido tirosina-tirosina, neuropéptido Y, etc.
EFECTOS CARDIOVASCULARES FAVORABLES:
El aceite de oliva tiene una importante capacidad antiaterógena y antitrombógena, haciéndolo muy recomendable tanto a nivel preventivo como terapéutico. El aceite de oliva reduce los niveles de colesterol total y colesterol LDL, pero además y a diferencia del resto de aceite de semillas consigue no modificar o incluso aumentar los niveles de colesterol HDL.
Muy importante a nivel preventivo es que su consumo provoca el estímulo de eicosanoides antiagregantes y vasodilatadores.
Por otra parte disminuye la presión arterial, impide una coagulación excesiva y favorece la fibrinolisis, todo lo cual permite una mejora en la función cardiovascular. Disminuye también la capacidad de oxidación del colesterol LDL, que presenta un gran poder aterogénico.
EFECTOS ANTIOXIDANTES:
El daño oxidativo permite explicar en la actualidad diversas enfermedades entre ellas, la cardiopatía isquémica, Alzheimer, Parkinson, así como diferentes tipos de cáncer. La ingesta habitual de aceite de oliva y más, si es virgen, da lugar a un menor riesgo oxidativo con respecto a una situación en la que se consumas otro tipo de aceite de semillas.
En definitiva, el consumo de aceite de oliva virgen impide en gran medida la oxidación celular previniendo de muchas enfermedades e incluso la vejez prematura.
EFECTOS POSITIVOS EN LA DIABETES:
El consumo diario de aceite de oliva virgen mejora el perfil lipídico en diabéticos, ayuda en la disminución de las glucemias y en la disminución diaria de las dosis de insulina. Debido a mi condición de diabético, puedo dejar constancia de las mejoras obtenidas en mis perfiles lipídicos cuando consumo de forma habitual aceite de oliva virgen extra. Cuando lo acompaño de la cantidad de hidratos de carbono apropiada y de actividad física he obtenido mejoras en mi control glucémico y reducido mis necesidades diarias de insulina.
CONSEJOS PRÁCTICOS.
Una ingesta diaria de 30 gr de aceite de oliva virgen puede resultar suficiente para proporcionar los beneficios descritos. Teniendo en cuenta que se trata de grasas, debería acompañarse de una reducción en el consumo de otras fuentes de grasa (embutidos, bollería industrial, mantequillas, margarinas, carnes grasas, salsas, fritos, etc) en caso de seguir una planificación nutricional orientada a la pérdida de peso.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
- Mataix J. Aceite de oliva virgen: Nuestro patrimonio alimentario. Granada: Universidad de Granada, 2001.
- Mataix J. Nutrición y alimentación humana: Nutrientes y alimentos I. ERGON 2002.
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